Escudo de Torreón

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miércoles, diciembre 01, 2010

Assange: un Quijote cibernético



Julián Assange, fundador del sitio virtual Wikileaks, se ha convertido en un moderno Quijote cibernético, un “desfacedor de entuertos”, un “guerrillero” de la transparencia a nivel mundial.

Wikileaks le ha creado un serio problema de imagen a los Estados Unidos, pues a raíz de la filtración de documentos confidenciales, ahora existe una enorme diferencia entre lo que Estados Unidos ha aparentado ser, y la nación que verdaderamente es, en términos de política exterior, guerra sucia, agresión, espionaje y según anuncia Assange, en sistemas financieros y ética bancaria.

Este caso es muy interesante, ya que alcanza a mostrar la capacidad de Internet para burlar el control de la información de los gobiernos y enterar a los usuarios de la red mundial sobre la “verdadera verdad”, como es el caso de las guerras de Irak y de Afganistán. No hay retórica gubernamental que soporte la confrontación brutal con los documentos que atestiguan las verdaderas intenciones que motivaron las acciones de agresión contra civiles de esas naciones invadidas. De ahí que algunos gobiernos nacionales piensen seriamente en tomar medidas para controlar el peligro que les representa un canal de información independiente, como es el Internet. China acaba de censurar el acceso a la información de Wikileaks. En México, ya se han hecho intentos para controlar el flujo informativo de Internet, argumentando prácticas electorales indebidas.

Por otra parte, no todo lo que muestra Wikileaks es verdaderamente relevante. No es ninguna novedad que los embajadores desempeñen funciones de espionaje y de intervención. Son famosos los detallados informes de los embajadores venecianos en Europa. Tampoco es novedad que los enviados de Estados Unidos (o de cualquier otra potencia) realicen esas mismas funciones, o vayan aún más lejos, como fue el caso histórico de Joel Poinsett en México. Es de esperarse que los embajadores se informen, e informen a su vez a sus respectivos gobiernos, sobre las circunstancias de sus países de residencia, a veces para intervenir en sus asuntos internos. Recordemos el papel que el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, tuvo en el derrocamiento del presidente Francisco I. Madero y en el encumbramiento del usurpador Victoriano Huerta.

El verdadero logro de Assange y el de todas aquellas personas anónimas que le han filtrado información confidencial y clasificada, consiste en haber brindado al mundo un punto de comparación entre los discursos nacionales o institucionales, y la verdadera práctica de estas naciones e instituciones.

Es tan conflictiva la situación que Wikileaks ha creado para la imagen de los Estados Unidos, que Assange ha sido declarado delincuente y hasta “terrorista contra el mundo occidental” y es perseguido por países aliados de aquélla nación. Parece que la difusión de la verdad siempre resulta incómoda, pues no nos permite la hipocresía.

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